miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sobre la Inversión Extranjera

Cuando el gran capital internacional se moviliza hacia un punto geográfico específico –previamente-, toma contacto con sus autoridades, promueve, pide y exige normas que les den facilidades y garantías que aseguren la rentabilidad de su inversión. Eso no tiene nada de malo, es natural. Como decimos la gente de pueblo: Nadie invierte para perder y si se invierte es para ganar aunque sea poquito.
 
La lógica de la economía -a nivel mundial-, nos ha llevado -hoy en día-, a que los pueblos y las naciones compitan entre sí -ofreciendo las mayores facilidades y otorgando las mayores garantías-, para lograr ser calificados como una “zona atractiva para los inversionistas internacionales”. Independientemente de nuestra voluntad, las cosas funcionan así.
 
No somos ni existe -en todo el planeta-, un país autosuficiente que no necesite del extranjero. Necesitamos capital, necesitamos tecnología, necesitamos mano de obra o necesitamos los productos que no tenemos, así de simple son las cosas. En ese contexto, es realmente penoso ver como algunos líderes expresan una especie de fobia contra lo extranjero y especialmente contra la inversión extranjera, culpándola de todos los males.
 
El problema no es el gran capital, el problema no es la inversión extranjera, el problema no es el inversionista internacional. El problema es cómo, en que giros y bajo que condiciones se negocia con ellos. En ese sentido, los gobiernos y los estados requieren -cada vez más- de funcionarios altamente especializados y altamente calificados en estos asuntos. En el Perú, deberíamos hacer un gran esfuerzo -para que los partidos políticos y las universidades pongan especial énfasis-, en la formación de los cuadros que necesitamos, para lograr negociaciones oportunas y saludables con estos inversionistas.
 
Ojalá así sea.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La Revocatoria



El 17 de Marzo del 2013, se realizará una consulta popular para revocar a la Alcaldesa Susana Villarán con todos sus regidores. Normalmente, la revocatoria de autoridades, es un derecho democrático utilizado por la ciudadanía que se movilizaba teniendo como argumento principal problemas de corrupción acompañada de algunas ineficiencias de las autoridades a revocar, este no es el caso. El único argumento de los revocadores, es la ineficiencia de nuestra Alcaldesa.
 
Soy defensor del derecho de control ciudadano a las autoridades elegidas y pienso que al igual que en cualquier empresa, la autoridad que no produce debe irse a su casa, y, es en ese terreno en el que se centra mi reflexión.
 
Muchos se han pronunciado en contra de la revocatoria con el argumento que desestabiliza la democracia. Por ejemplo, Lourdes Flores Nano -connotada lideresa de la derecha peruana- ha manifestado: “la gestión de la alcaldesa no la aprobamos ni con 11”, pero aun así, rechazamos la revocatoria por “una cuestión de principios”. En mi modesta opinión, la ineficiencia, es la más perversa de las traiciones en contra de la democracia. Los ciudadanos tenemos derecho a rectificar nuestros errores electorales y la revocatoria es el único instrumento que tenemos para ello.
 
Una vez convocada, la revocatoria ya no debe estar en cuestión. Lo que debe de estar en cuestión son los argumentos de los revocadores en contraposición a los argumentos de los revocados. Entonces, si el argumento de los revocadores es la ineficiencia de nuestra Alcaldesa, cabe preguntarse, ¿cuan ineficiente ha sido la Sra. Villarán?.
 
¿Cuáles son los indicadores que vamos a utilizar para medir la eficiencia de la Sra. Villarán?
 
¿La construcción de infraestructura vial?, ¿la promoción de la cultura?, ¿el ordenamiento del transporte?, ¿el traslado de la parada a Santa Anita?, ¿los ataques a Castañeda?, ¿su soberbia y falta de autocrítica?, ¿Su honradez como único argumento?, ¿su condición de mujer?, ¿las consecuencias electorales futuras?.
 
Ojala, que sean los argumentos los que orienten nuestra intensión de voto, aunque en el Perú -por ahora- eso sea un imposible.
 
Esta revocatoria, tendrá de todas maneras consecuencias y repercusiones electorales de trascendencia Nacional.
 
Esto se pone bueno esto se pone caliente.